El problema del doble
En este ensayo se analizarán la novela El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde de
Robert L. Stevenson y la película Mary
Rilley de Stephen Frears tomando en cuenta el problema del doble.
En relación con las descripciones de Hyde en
la novela, todos aquellos que lo conocen coinciden en ciertos aspectos. Por
ejemplo, en el hecho de que es una especie de ser oscuro o malvado, o más como
la representación de estos conceptos. Otro aspecto que se menciona es su
deformidad, diciendo que es incluso difícil de describir correctamente, como si
no pudieran poner en palabras lo extraño y ajeno que les resultaba. Acá aparece
la otredad, ya que ni siquiera lo consideran humano. Dicho por Utterson: “[…]
¡Ese hombre, Dios me ayude apenas parece humano! […] ¿O la simple irradiación
de un alma infame que transpira por su cáscara de arcilla y la transforma?
¡Creo que es esto, mi pobre Jekyll! Si alguna vez una cara ha llevado la firma
de Satanás, es la cara de tu nuevo amigo.”
En el caso de Jekyll, se puede observar la ajenidad.
Si bien está consciente de que Hyde es parte de sí mismo y lo acepta como su
otro yo malvado, se desprende de sus acciones: “Henry Jekyll a veces se quedaba
congelado con las acciones de Edward Hyde, pero la situación estaba tan fuera
de toda norma, de toda ley ordinaria que debilitaba insidiosamente su
conciencia. Hyde y solo Hyde, después de todo, era culpable.”
En la película, si bien varios aspectos de
Hyde descritos en la novela no son respetados, el elemento de “oscuridad” y
“maldad” sigue estando presente. La deformidad se podría ver en la forma en que
se mueve, y las partes de “oscuridad” en el tipo de escenas en las que aparece,
como cuando Mary está leyendo el libro de Jekyll, y Hyde se aparece atrás de
ella en la oscuridad. Esto logra causar el efecto de que Hyde es un ser que se
maneja en la oscuridad.
Aun así, hay partes en las que las dos
difieren. Por ejemplo, en la película se muestra a Hyde como un ser más
romántico e incluso humano, aunque conserva su violencia. En la novela nada de
esto es siquiera implicado, y siempre se lo trata como la personificación del
mal de todo lo que se debía reprimir, ya que no estaba aceptado socialmente.
En la película, además, se establece un
paralelismo entre Hyde y el padre de Mary. Éste último era descrito por Mary
como un buen hombre y padre cuando estaba sobrio, pero que se volvía violento y
abusaba de ella cuando tomaba alcohol y ser transformaba en otro hombre, según
ella: similar a lo que le sucede a Jekyll cuando toma la poción para transformarse
en Hyde.
Respecto a las transformaciones, en el caso
del libro, nunca es descrita realmente, pero sí es presenciada por alguien:
Lanyon. Luego de ver la transformación de Hyde a Jekyll, éste se enferma y
muere unas semanas después.
En el caso de la película, la metamorfosis es
presenciada por Mary y, al ser un medio visual, tienen que mostrarla
obligatoriamente. Se ve cómo una especie de Jekyll sale del cuerpo de Hyde,
desgarrándolo literalmente. Luego de la transformación, Mary se acerca al
cuerpo de Jekyll y se queda con él hasta que muere. Hyde decidió suicidarse
para no morir en prisión, dejando así como sentimiento triunfante el orgullo.
En el libro, Jekyll decide matarse porque
también Hyde estaba comenzando a controlarlo por completo y, a través de su
confesión, pretende salvar su honra, siendo este el sentimiento que prevalece.
En conclusión, el problema del doble se
resume en que Jekyll se sentía reprimido por la sociedad y por su propia forma
de ser correcta, por lo que recurre a crear una personificación de toda su
maldad para poder actuar como quería y sentirse liberado.